Hasta hace unos años solamente trabajábamos con aplicaciones instalables, aquellas que se alojan en nuestro equipo a través del instalador de un programa ejecutable (suelen tener extensión .exe en Windows, .dmg en OS y .deb en versiones Debian de Linux). Es importante saber que un ejecutable para Windows no funciona en OS o Linux, y viceversa; y que ciertas versiones de un programa no son soportadas por todas las versiones de un sistema operativo. Así, un programa que funciona en Windows 8.1 puede no funcionar en Windows 7 o en Windows 10, y nunca lo hará en OS o Linux -aunque hay ciertas herramientas que pueden solucionarnos el problema-.
A raíz de las aplicaciones instalables surgieron las aplicaciones portables: un tipo de software que permite ejecutar un programa sin necesidad de pasar por el proceso de instalación. De este modo, no necesitamos asegurarnos de que un equipo tiene un programa instalado porque podemos llevarlo nosotros mismos en nuestro bolsillo dentro de un pendrive; de ahí su nombre de “portable”.
Con el crecimiento de Internet surgieron las primeras web apps, una revolución en el mundo de las aplicaciones. Con una web app, cualquiera con un navegador conectado a Internet puede realizar operaciones que hasta entonces requerían de una aplicación instalada en un equipo real. Sin duda, entre las web apps más utilizadas en la actualidad se encuentran las suites ofimáticas como Google Drive u Office 365, que nos permiten trabajar con documentos de texto, hojas de cálculo o presentaciones desde cualquier dispositivo con conexión a Internet.
Por último, no podemos olvidar las denominadas apps, destinadas a teléfonos móviles y tablets. Este tipo de aplicaciones se instalan en nuestros dispositivos utilizando muy pocos recursos y ofreciendo grandes funcionalidades. Al igual que en el caso de las aplicaciones instalables, este tipo de software depende del sistema operativo móvil que utilicemos: así, una aplicación para iOS no funciona en Android, y viceversa. Es necesario buscar la versión correspondiente al sistema operativo de nuestro dispositivo, para lo que lo más recomendable es utilizar las tiendas de apps, como Play Store para Android, App Store para iOs o Microsoft Store para Windows Phone.
La gran expansión del mundo digital ha hecho que las empresas de desarrollo de software tengan que adaptarse a las necesidades de todo tipo de usuarios, por lo que es común encontrar aplicaciones que ofrecen su versión instalable, web app y app para la mayoría de los sistemas operativos. Así, apps como WhatsApp han desarrollado su versión web; webs como TripAdvisor han creado sus propias apps; y software como Dropbox dispone de versión instalable, web y apps para todos los sistemas operativos móviles.
En esta sección conoceremos aplicaciones, apps y web apps que nos harán la vida más fácil tanto dentro como fuera del aula. ¿Y tú, de quién eres?
Artículo publicado en la Revista Digital de Educación, sección TIC cerca de ti (septiembre 2017). ISBN 2254-2418