El pasado curso dejé pendiente hablaros del Pasaporte TIC, una propuesta gamificada para impartir formación TIC a los compañeros del IES Ataúlfo Argenta y Escuela de Adultos de Castro Urdiales dentro de mis funciones como Coordinadora TIC.
El funcionamiento era muy sencillo:
A cada asistente a las jornadas de microformación TIC se le facilitaba el pasaporte TIC, un pequeño documento tamaño octavilla que cada uno personalizaba con su nombre, apellidos, departamento y una foto (obviamente voluntario), y que contenía una serie de páginas con categorías de herramientas TIC.
Cada vez que acudían a una sesión, se les entregaba una o varias pegatinas con las herramientas que habían visto, de manera que iban completando su pasaporte sesión a sesión.
Obviamente no trabajamos herramientas de todas las categorías, pero la propuesta tenía una visión a largo plazo para seguir trabajando en años posteriores. Ojalá la actual coordinadora TIC y sucesores puedan seguir con esta propuesta que, yo creo, les gustó mucho.
Reconozco que, como siempre, me tuve que presentar como lo que soy: “Mis compañeros de departamento ya me conocen, pero para los que no… soy un poco friki, así que he preparado esto…”.
La reacción fue justo la que esperaba: “¡Uy, pues entonces voy a venir a más para seguir rellenando esto!”, o “¡Esto puede estar muy bien para hacerlo en clase!”.
El caso es que la mayoría siguió viniendo, no sé si por el pasaporte o por qué, pero siempre había alguno que me decía “¿Y hoy no nos das pegatina?”.
Reconozco que lo de diseñar el pasaporte (y que me quedara bien al imprimir, que fue una locura), diseñar las insignias, imprimir las pegatinas, etc. me llevó su tiempo, pero creo que la frikez mereció la pena.
Así que ya sabéis, ¡si alguien está animado a aplicarla, no tiene más que escribirme y le paso toda la documentación!