Artículo de mayo de 2015. “Sin TIC no soy n@d@”, Revista Digital del portal de Educación de Castilla y León
No llega a los cinco años de vida y este pequeño mini ordenador con nombre de fruta (raspberry significa frambuesa en inglés) ya es capaz de ser un elemento imprescindible para muchos amantes de la informática, la educación y la electrónica en general.
La Raspberry Pi es una pequeña placa base poco más grande que un paquete de tabaco con conexiones de red, vídeo, audio, USB y hasta tarjeta SD. Para que funcione únicamente necesitamos que se conecte a la corriente mediante un cargador con micro-USB (el mismo que utilizamos para cargar nuestro móvil), y alojar en su tarjeta SD, que hace las veces de disco duro, el sistema operativo que queramos para que funcione como un equipo más. Así, podemos instalar Linux, Windows y hasta OsX en un dispositivo tan pequeño que lo podríamos llevar en nuestro bolsillo si quisiéramos.
Normalmente la Raspberry Pi incorpora una pequeña carcasa transparente, aunque hay infinidad de modelos para personalizar nuestro miniordenador. También podemos comprar alguno de los muchos accesorios como cámaras, sensores… y kits que nos permiten adentrarnos en el mundo de la electrónica.
Entre sus usos podemos encontrar Raspberry Pis no solo como miniordenadores, sino también como parte de un sistema de Smart TV, videovigilancia, servidor de contenidos de nuestro disco duro conectado a la televisión, etc. Los más hábiles han creado hasta tablets y portátiles haciendo uso de este pequeño compañero, y hay miles de tutoriales en Internet que te permitirán aprender a darle la utilidad que estás buscando.
Hay varios modelos en el mercado. Desde el más simple, la Raspberry Pi A y A+, con un precio de unos 20-25€ hasta la Raspberry Pi 2 B, por unos 35€. Podemos encontrar numerosos distribuidores oficiales y tiendas españolas, como Amazon España, Raspberry Shop o Raspipc.
Ahora ya no hay excusa para tener nuestro propio ordenador… ¡original, pequeño y barato!
Imágenes de: https://www.raspberrypi.org