No hace mucho que pasé por casa de mis amigos y compañeros docentes Alicia y Juan, una pareja que está siempre a la última en lo que a gadgets se refiere. Aún seguía alucinada con la impresora en 3D que ellos mismos montaron a piezas y de la que me imprimieron un bonito llavero con mi nombre (no tardaron ni 5 minutos, no os penséis…) cuando me enseñaron su nueva adquisición: unas extrañas gafas de cartón en las que introdujeron el móvil y pude verles a ellos y a otros amigos sentados en una mesa como si yo misma estuviera allí.
Había oído hablar de esta tecnología, y de cómo la realidad virtual está ganando terreno y entrando en los hogares, en los ciudadanos de a pie, en el día a día. Pero no había podido comprobarlo por mi misma hasta ese momento.
Así empecé a informarme, a leer, a trastear… y pensé que qué mejor manera de poner mi granito de arena en esto que dedicándole un artículo en la Revista Digital de Educación. Así lo hice el pasado mes de marzo, y así lo podéis leer vosotros mismos en este enlace: Realidad Virtual I: un mundo paralelo.